Mayoría de birders locales iniciaron hace menos de 5 años esta actividad, y son fieles a las redes sociales y aplicaciones digitales del segmento.
A pesar de ser un país pequeño, Costa Rica es uno de los países mega diversos del planeta y un paraíso para los observadores de aves, hogar de 922 especies distribuidas en variados ecosistemas desde las dos costas, los bosques húmedos tropicales de las tierras bajas, premontanos y de tierras medias, valles, hasta los bosques nubosos y cerros desnudos en las tierras altas.
Pajarear es una actividad que se puede realizar en cualquier lugar del país. Cada año varios miles de turistas de todo el mundo llegan a Costa Rica a admirar la belleza de nuestras aves. Pero de igual forma cada vez más costarricenses, nacionales y residentes se interesan por comprender, conservar y contemplar las aves, dejándose maravillar por su rareza, belleza, cantos, comportamiento, coloración y muchas otras características que les hacen únicos, consolidando un mercado local.
El crecimiento de la observación de aves en el territorio se ve reflejada en un aumento de los pajareros ticos ocasionales en los últimos dos años. A pesar de ello, sigue predominado a nivel local el perfil de observadores softcore, quienes dedican al menos el 40% de sus salidas y viajes a la observación de aves y la combinan con otras actividades de naturaleza. Gradualmente se comienza a alinear esta tendencia con otros estudios internacionales existentes. Sé reportan aproximadamente 5000 birders en Costa Rica, donde más de la mitad de los observadores se concentran en el Valle Central. Y un porcentaje muy alto de ellos forman parte de algún club local y tienen una amplia presencia en grupos de WhatsApp y Redes Sociales.
En su mayoría hombres, los observadores de aves costarricenses se caracterizan por percibir un ingreso mensual menor a un millón de colones, tienen formación universitaria y rondan edades entre los 31 a los 50 años. Además, el pajarero tico tiene una gran afinidad hacia las aplicaciones virtuales del Laboratorio de Cornell (tanto eBird como Merlin) y tiende a compartir sus observaciones principalmente en Facebook. Suele viajar en grupo, principalmente los fines de semana y invierten menos de 100 mil colones durante un viaje de Birding. Siendo su principal motivación la conservación de las aves, ser esta una actividad estimulante y aprender sobre su comportamiento.
Este estudió reunió la opinión de más de 300 birders ticos y residentes, un aumento significativo de la muestra con relación a los estudios de 2018 y 2016. El cuestionario fue aplicado de forma virtual en redes sociales y con el apoyo de campañas de mailing de la Asociación Ornitológica de Costa Rica entre otros entes locales de interés.
Los destinos favoritos en el último año fueron Carara, Los Quetzales, Arenal, los alrededores de San José, Monteverde y Sarapiquí. El 65% utiliza eBird para sus registros y más del 40% inició esta afición en los últimos 5 años por su formación académica o influencia de amigo.
Los resultados del estudio completo se pueden acceder en este enlace: